Thursday, February 15, 2007

emergentes now

CONVOCATORIA


Convoca a todos los creadores menores de 25 años a participar en la exposición colectiva de artes visuales
EMERGENTES

Bases

1. Podrán participar todos los jóvenes menores de 25 años.
2. Las disciplinas artísticas que participan son: pintura, dibujo, grabado, fotografía, escultura y arte conceptual.
3. Tema y técnica: libre.
4. El formato de los trabajos presentados no de debe rebasar un metro por un metro.
5. La obra presentada debe estar lista para su exhibición, no se aceptarán obras inestables o frágiles.
6. Los autores que participen podrán presentar un máximo de dos piezas.
7. No será necesario entregar currículum.
8. Los trabajos deberán tener adjunta una ficha técnica con los siguientes datos: autor, técnica, medidas, año y precio.
9. La obra será recibida del 12 de febrero hasta el 23 de febrero de 2007. De martes a viernes con un horario de 4:00 p.m. a 9:00 p.m., en El cantón de la rueda, ubicado en el Andador Coronilla 32, Zona Centro, Guadalajara.
10. De la obra recibida se hará una selección para la
exposición.
11. A todos los creadores seleccionados de les otorgará un
reconocimiento de participación.


Informes: Cantón de la rueda, Andador Coronilla, Zona
Centro. 36 72 19 49 y 12 02 37 84.

sobre diez ruedas

Sobre diez ruedas

Raúl bañuelos


Ezra Pound (uno de los teóricos de poesía más trascendentes del siglo XX) le escribió a un amigo: “Por amor de Dios, medite en aquello que le dije una vez: nada de lo que se escribe por dinero vale un comino, lo único que vale es aquello que se ha escrito contra el mercado”.
La verdadera literatura (y, en general, cualquier arte) no se vende porque no es vendida. Por otra parte, Octavio Paz escribió en La otra voz, Poesía y fin de siglo, que: “La función de pequeñas editoriales independientes puede compararse a la creación de anticuerpos para la defensa del organismo. Rodeados de la indiferencia general, un grupo de jóvenes de talento se reúne y decide fundar una revista. Uno de ellos se revela como un capitán valeroso y hábil, capaz de acampar en tierra de filisteos”, aquí se llama Sergio Fong.
Tales producciones independientes, pues, sirven para sanar un cuerpo enfermo encerrado en su reproducción de células dañadas, pues, cito a Paz otra vez: “ese grupo intuye que tiene algo nuevo o distinto que decir; la revista y la editorial expresan la novedad y la originalidad no tanto de una generación como de una sensibilidad, un lenguaje y una visión”, y dice más adelante, están dirigidos contra las formas y las ideas imperantes… es una ruptura del orden establecido y la irrupción de una literatura distinta”.
En las partes elogiosas de estas observaciones veo retratada a la revista La rueda, se inserta naturalmente en ese poderío de originalidad, profesionalismo imaginante y rebeldía propositiva talentosa.
La rueda viene girando desde hace tres años y lleva con esta, diez vueltas al mundo de las artes. Comenzó en Tepic, Nayarit (con nuestra amiga Enoé Eréndira Zárate, autora de estupendos poemas, que ahora gira en otras órbitas, (en paz no y sé descanse con su alegría plena) y ahora Guanacos tiene el privilegio de atestiguar sus constantes apariciones, que de verdad son un milagro en medio de una indiferencia casi absoluta.
Otro de los grandes méritos de la revista es su apertura inteligente y generosa hacia otras esferas imaginativas que tienen, además, poco o nulo espacio en las publicaciones oficialistas. No gira solamente en su propio eje.
Hace participar a una buena diversidad de creadores, con una amplia dimensión en el tiempo y en el espacio. En el tiempo: abarca una autora nacida en 1998 (Melissa Nungaray de Guadalajara) y un autor nacido en 1930 (Manuel Montero, de Sevilla, España). Y en el espacio: hace aparecer obras de autores de estas tierras (incluída) Mireya Sánchez Gómez, de Chiapas, y de lengua tseltal) y de Uruguay, Chile, Alemania y España.
Hablé ya de la amplitud del espacio que abarca La rueda. ¿Y qué de la profundidad? Más allá de no ser repetitiva o superficial en su proyecto, a su profundidad hay que agradecerle su belleza. Belleza en su diseño (que le da su buen lugar a las fotografías y a las reproducciones de obra gráfica) y en sus obras literarias. La calidad está a ojos vistos. Por ejemplo, de Marlene Zertuche, escuchamos:

He caído pero no del árbol de la manzana envenenadora
he caído de más arriba hacia más abajo
no soy ese fruto de aquel árbol

De Abril Medina Caraballo:

Habemos débiles
te explico
cubiertos hasta la montura con silencios
donde una pluma nos cabalga mentira adentro
he tomado la costumbre literaria de ladrar
reconocida con toda flaqueza

De Melissa Nungaray:

La baraja
La baraja se abre
Se extiende
Como el corazón
de la rosa.

Durante los años setenta del siglo pasado (especialmente) hubo un asunto central que fue abordado de manera abundante: el del compromiso social del artista, y del escritor en particular. En los últimos años he oído y leído palabras denigrantes sobre ese aspecto, sobre todo de la zona lujosa de los aparadores comodinos y gozadores de la Historia.
Albert Camus enfocó el asunto con exacta preocupación, al hacerlo desde el punto de vista ético. Él habla de tres compromisos esenciales:
1. Decir la verdad acerca de lo que se conoce.
2. Estar del lado de quienes padecen la Historia,
y
3. Conseguir verdadera Belleza.

La rueda cumple con esos compromisos hermosamente. Publica textos donde la voz habla desde y para la mujer en situaciones límite: las prostitutas, la golpeada y ultrajada en la represión salvaje de Atenco, la esposa condenada por su pareja, la mujer adolescente, hija de prostituta en camino de repetir la continua humillación. Sea crónica, cuento, relato, poemas. Y aparece una concentrada entrevista de Cecilia Durán a León Chávez Texeiro.
También encontramos al girar La rueda, un ensayo que plantea una pregunta esencial para la estética: ¿Cómo se funden sus dos elementos básicos constitutivos: el inteligir y el sentir? El ensayo de Jaime Torres Guillén, titulado “La realidad del sentimiento estético. Una revisión desde la antropología filosófica”, es uno de los fuertes pilares que sostienen a la revista, desde el punto de vista de la reflexión, tan necesaria para la formación de los nuevos escritores en formación. Y viene a dar cuerpo a los otros géneros de la revista.
En la cumbre de su giro espiral La rueda se vuelve un gran volantín al que nos invitan a subir dos escritores andaluces:
Félix J. Palma, con un cuento magistral y divertidísima. Y Manuel Montero con tres poemas donde la Andalucía y la ligereza (que pide Ítalo Calvino) se hacen irrefutables maravillas accesibles a la experiencia creativa del lector. Voy a leer uno de ellos:





Piñata

A ciegas quiero darle con el palo
al tesoro en su aire (los tesoros
verdaderos no están bajo la tierra),
entre empujones, gritos de los niños
que me orientan en falso y que se ríen
de mi inhabilidad. Como no veo
huelo más y mejor, y bien distingo
cada azucena, cada rosa, cada
jazmín del arriate. Esquiva y fértil
isla flotando en el azul del cielo,
mía tienes que ser. Y mía eres.
Oigo el gemido de tu rompimiento
y sobre mí como bautismo cae la
lluvia de color de tus regalos.

Hoy aprendí, felicidad, que a ti
sólo se llega desde las tinieblas.
Desde el azar. Y desde lo que hiere.